Un cuento de Ían

Orejitas

Érase una vez un niño que vivía solo con sus papás.

Un día su mamá le preguntó:

-¿Te gustaría tener una mascota?

-Me gustaría un perro, un gato, un pájaro, un conejo.

-Solo puedes tener uno, dijo su papá.

Entonces fueron a la tienda de animales a buscar un perro.

En la tienda el niño oye llorar, busca por las jaulas y ve que es un conejito el que llora.

El dueño de la tienda le explica que los otros animales se burlan de

él porque tiene las orejas demasiado pequeñas para ser un conejo.

El niño se lo lleva a su casa de mascota, le pone de nombre Orejitas y todos son muy felices.